Bentley Boyers es un niño de 2 años de Jackson, Michigan, que nació con labio hendido, un defecto congénito que implica una división en el labio superior. Mientras intenta arreglar sus labios, sus padres dicen que no es fácil.
“Tuvimos que sentarlo, alimentarlo y cerrarle los labios para que comiera, así que fue un proceso”, le dijo su madre, Ashley, a WILX.
Pero la semana pasada sucedió algo sorprendente: el padre de Bentley, Brandon, fue a un refugio para adoptar pollitos, pero en lugar de eso descubrió un perro rescatado de dos meses… que también tiene paladar hendido.
Sorprendido, llamó a su esposa y ambos acordaron comprarle el perro a Bentley.
Está claro que Bentley está muy emocionado de tener su nuevo cachorro. Las fotos lo muestran felizmente acariciando y besando al perro después de su primer encuentro.
Podría haber sido un milagro: el refugio dijo que no ven muchos perros con labio leporino, así que fue una suerte que estuvieran allí en el momento adecuado.
Sabían que para Bentley sería fantástico tener un perro con el correspondiente defecto de nacimiento. Todavía tendrá que someterse a una cirugía de injerto óseo para reparar su labio, pero al menos tendrá un perro que entiende por lo que está pasando.
“Verlo conversar sobre algo con un punto medio significa que él puede crecer y darse cuenta de que tanto él como su perro tienen algo que tienen”, dice Ashley.
Asimismo, el cachorro tendrá un dueño cariñoso que la amará sin importar su apariencia.
“Su discapacidad realmente la está frenando y, a medida que crezca, podrán ver más si hay un cambio al respecto. Pero realmente está muy bien”, dijo a WILX la directora de Servicios para Animales, Lydia Sattler.
“Puede que se vea un poco diferente a un perro formal, pero eso no la frena en absoluto”.
“Realmente se aman”, escribió el refugio en Facebook. “¡Le deseamos a esta pareja especial muchos más años felices creciendo juntos!”
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